Cala Saona

En Formentera hubo un momento, justo antes del atardecer, en el que el mar frente a Cala Saona pareció detenerse. El azul se volvió más profundo, la espuma se veía casi plateada y la luz se reflejaba en la superficie del agua… todo se volvió suave, callado, perfecto.

Esta colección nace de esa calma, de esos momentos en los que, aprovechando hasta el último momento, me quedé sentada mirando el mar en silencio, como si fuera un secreto. 
Los pendientes y el colgante están pensados para recordarte esa sensación de paz, de belleza sin esfuerzo. Tonos azules que recuerdan al agua más limpia, destellos de plata como reflejos sobre las olas, y toques blancos como espuma entre los pies.

Cala Saona no es solo un lugar. Es una forma de estar, de respirar más lento, de sentir el cuerpo ligero como si flotara.
Llevar una pieza de esta colección es llevarte un pedacito de mar contigo.