Vino y Flores

Tengo la suerte de poder reflejar en colores y formas esos momentos que se han quedado grabados en mi memoria. 

Recuerdo días de otoño en casa de mi abuela. Recuerdo los colores ocres y rojizos... y a toda la familia recogiendo castañas entre risas y pinchazos. Después, aquella comida todos juntos, la mesa con el mantel de flores en la cocina de mi abuela, la bota de vino de mi tío pasando de mano en mano (sí, los niños también tomábamos vino) y las risas cuando alguno de mis primos o yo misma, nos "encariñábamos" demasiado con la bota; entonces, un adulto nos ponía el dedo delante de la boca y terminábamos salpicados de vino...  

Esta colección nace de esos recuerdos, del color, del olor, de las risas y sobre todo, del cariño que se sentía en el ambiente, ese  cariño que deja huella, como flores secas que guardan un momento y lo conservan para siempre