Susurros en vino
Hay momentos que se quedan grabados en la memoria y yo tengo la suerte de poder reflejarlos en colores y formas.
Recuerdo días de otoño en casa de mi abuela. Recuerdo los colores ocres y rojizos de las hojas... y a toda la familia recogiendo castañas entre risas y pinchazos. Después aquella comida todos juntos, con la bota de vino de mi tío pasando de mano en mano (¡cuando los niños también tomábamos vino!) y las risas cuando alguno de mis primos o yo misma, nos "encariñábamos" demasiado con la bota; entonces, un adulto nos ponía el dedo delante de la boca y terminábamos salpicados de vino... aquel vino que tenía el mismo color de las hojas.
Esta colección nace de esos recuerdos, del color, del olor de las risas y sobre todo, del cariño que sentíamos en cada poro de nuestra piel, ese cariño que deja huella, como flores secas que guardan un momento y lo conservan para siempre